Teresa Lemus

Fecha: 12/03/2019

"El trabajo de la mujer en vigilancia es un poco más complicado y depende dónde esté cada una, porque quien está en vigilancia en ruta es más complejo que quien está en vigilancia en una receptoría.

Se dan situaciones de discriminación. La viví por ejemplo con un pasajero diplomático que cuando llegó a la revisación y se le encontró mercadería que no podía ingresar, le intenté explicar con calma, pero me encontré con que era como si yo fuera una pared porque el pasajero ni siquiera me miraba. Era de un país muy machista, donde la mujer está más sometida y esa situación fue molesta porque en nuestro país una no está acostumbrada que porque sea mujer no la miren a la cara. No solo no me miraba a la cara sino que físicamente estaba parado de costado.  

La mujer es más de explicar, intentar que la conversación sea más en calma. El hombre puede tornarse más apasionado. A veces te encuentras con situaciones que pueden terminar mal en la vigilancia, justamente por tener un carácter más apasionado.

Yo creo que la Aduana ha cambiado. Yo entré en 2005, no nací en la Aduana, pero veo que la mujer tiene más participación desde el punto de vista de emitir opiniones y llegar a asumir responsabilidades en funciones. Creo que venimos bien y que es muy importante el cambio de la imagen institucional. Se ha venido cambiando y somos todos artífices de esa nueva imagen.  Creo que debemos seguir por el camino en el que venimos; vamos bien."

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