Poesía
1.
amanece
derramada
terracota,
busca entre trastos forasteros
cautivar la tragedia
cabalga en su cerebro
inasequible…
la esperanza
2.
como perseguida a muerte
saborea presiones
mercenaria
“magdalena”
habita ideales
3.
No encenderé
las flautas ni los oboes.
Sólo el ritmo lento
de la lluvia pertinaz
abrazará las máscaras huidizas
clamando paciencia.
4.
Vení
sentate acá
mi costado está vacío sin vos
deambula en esta casa
extraña tu presencia
mientras,
recorro tus pasos
disimulados en las estancias
huelo abrigos
en las habitaciones pobladas con atajos ausentes
.
vení
traeme tus abrazos
un libro abierto
apoya esta espera en tu regreso
5.
a este calendario daltónico le sobran rutinas grises
desvencijada aparece la senda
aumenta el desamparo
tantas veces anunciado…
los transeúntes
abandonan miradas cómplices,
como si el buen humor
-excedente lejano-
bautizara nostalgias
.
sibila
una huella de vida levanta el ancla
y parte…
tras un puñado de asombro
6.
abro las ventanas
un perfume a idiosincrasia
se cuela hábilmente desde el terruño
el viento sur limpia secuelas
enganchadas en pechos atribulados,
pasajera de nostalgia
acompaño al silencio vestido con nomeolvides
en algún rincón quedaron los sentimientos craquelados
y los vendimiadores aplastando libertades,
nacen de la esperanza
de los encuentros
de las pequeñas cosas desparramadas
en una atmósfera porfiada de verdades
Mirna Vico – N. Palmira